Un cromatógrafo y un espectrofotómetro de absorción atómica. Estos son los nuevos aparatos que han encontrado hueco en el laboratorio de Aqualia, la concesionaria de la gestión del agua en Vigo, para mejorar los análisis de la calidad del agua para consumo humano. Con el primer aparato podrá determinarse si el líquido contiene distintas sustancias, como pesticidas, mientras que con el segundo se analizará si el agua lleva metales pesados.
Con una inversión de 81.500 euros, Aqualia ha renovado su equipo por uno más moderno y con mejores prestaciones técnicas y analíticas que permite optimizar el tiempo al máximo. Algo fundamental teniendo en cuenta que en 2008 la concesionaria realizó 66.500 análisis de agua en Zamáns y Eiras, análisis diarios en las potabilizadoras, más de 2.800 controles y 49 análisis completos de redes de abastecimiento y depósitos.