Los talibán han cortado las manos y los pies de dos trabajadores afganos a sueldo de una compañía privada de seguridad en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán. Los heridos, ingresados en el hospital regional de la provincia, han declarado que fueron secuestrados hace 20 días en la localidad de Rubat Sangi, y sometidos a un consejo de guerra tribal, en el que fueron sentenciados a la amputación de una mano y de un pie.
“Nos decían ‘¿Por qué trabajáis para ellos?. Nosotros cogemos a los escoltas y les prendemos fuego. Deberíais hacer estallar ese lugar'”, indicó uno de los hombres. Las víctimas llegaron a asegurar que los talibán les habían ofrecido una recompensa por hacerlo.
Realizadas las amputaciones, ambos hombres fueron recogidos por un vehículo que les llevó de vuelta a sus hogares y de ahí al hospital.