¿Qué ha cambiado en Pescanova para que sus trabajadores hayan pasado de denunciar una trama contra la empresa a decir que está en una situación “grave”? Hace apenas un mes, parte de la plantilla posaba, ante la prensa, como en los anuncios de Flan Dhul de la familia Ruíz Mateos, y leía un comunicado expresando su “confianza y apoyo a los órganos de dirección representados por nuestro presidente”, al tiempo que, sin aclarar a quién se referían, porque ni los propios empleados ni sus representantes sindicales admitieron preguntas de los periodistas, pedían el “cese de las campañas interesadas que ponen en riesgo nuestro empleo”.
Hoy, la cosa ha cambiado y los representantes de CC.OO., UGT, USO y CUT se han reunido para llegar a un acuerdo sobre la línea de actuación que seguirán ante la situación de Pescanova, empezando por informar, en asamblea, a los trabajadores, entre el 6 y el 11 de mayo, de “la gravedad de la situación” por la que está atravesando la multinacional.
El presidente de su comité de personal, que el 19 de marzo, durante la comparecencia de parte de la plantilla ante la prensa no dijo ‘esta boca es mía’, ahora habla de medidas de presión y de movilizaciones para exigir que se mantengan los más de 1.500 empleos que Pescanova tiene en Galicia. Esa movilización, a la que en un principio los trabajadores eran tan reacios, podría ser a finales del mes que viene. Se supone que, para entonces, el juzgado ya habrá nombrado un interventor que pilote la empresa tras la solicitud, voluntaria, de concurso de acreedores aprobada por el consejo de administración.