Así se lo ha comunicado el nuevo administrador concursal de la firma, Deloitte, a los bancos acreedores de la misma. Esa cantidad, entre 50 y 100 millones de euros, es imprescindible para hacer frente a su gestión diaria y afrontar sus pagos más inminentes.
Los bancos, sobre todos los españoles, en principio, estarían dispuestos a facilitar dicha cantidad, mediante una línea de crédito, aunque la decisión será tomada individualmente por cada entidad. La decisión se conocerá en una reunión que hay convocada, para dentro de pocos días, entre Deloitte y los bancos acreedores de Pescanova, porque la situación por la que atraviesa la empresa necesita una respuesta rápida.
La banca acreedora de Pescanova quiso conocer si existe ya un plan de negocio viable para la compañía gallega, en cuyo capital incluso no descarta su entrar, y empezar a abordar la refinanciación de su deuda, que podría sumar 3.500 millones, al margen de las cantidades percibidas de las administraciones.