Ha sido el protagonista, al margen de los accidentes de Felipe Massa (Ferrari) y Pastor Maldonado (Willians) – este último obligando a detener completamente la carrera. Sergio Pérez (McLaren) quería hacer en Mónaco algo más que conservar neumáticos y guardar la posición, que fue a lo que se dedicaron los principales favoritos. Pérez se fue a degüello a su compañero de equipo, el elegante y casi perpetuamente risueño Jenson Button y, luego, a por Fernando Alonso, que se libró de verse adelantado por el mexicano, en pista, porque se saltó la chicane.
Pérez quiso ir a correr una prueba de Fórmula 1 y no entendió ni de órdenes de equipo ni de estrategias, ni de zonas en las que nadie puede meter el coche y sacó del sopor a quienes seguían por televisión o, suerte la suya, la carrera desde alguno de los lugares privilegiados de Montecarlo – dígase espacio habilitado para actores hortera o yate de Briattore-.
Los jueces fueron justos y, después de que todo el mundo cambiase gomas tras la bandera roja y bebiese algo de agua, obligaron a Alonso a ceder la posición y permitir que el piloto que quería correr y parecer realmente un campeón de automovilismo, pudiese hacerlo.
Por su parte, el piloto español, para desesperación de Antonio Lobato, dejaba entrever que el Ferrari no anda en Mónaco como en otros circuitos y que lo de mantener neumáticos fue peor que el papel que hizo la escudería italiana en la jornada de clasificación del sábado. De ahí que Massa acabase en el hospital, y que Fernando Alonso cruzase la meta en séptima posición y porque Sergio Pérez tuvo que abandonar.
Al final de la carrera, pese al comentario de Kimi Raikkonen (que acabó tocándose con el mexicano) – “Pérez es un idiota”, después de que el piloto de McLaren intentase sobrepasarlo en el mismo sitio que se deshizo de Button y de Alonso, subrayó lo que todo el mundo sabe: en Mónaco ser el poleman es tener tres cuartos y un huevo duro de la victoria en el bolsillo…que se lo pregunten a Rosberg, que llegó primero, seguido de Vettel (Red Bull) – que es aún más líder del mundial – y Webber.
