Miles de personas han permanecido durante la madrugada del domingo en las calles de Estambul tras el desalojo de la plaza Taksim y del parque Gezi, y y se han enfrentado en diferentes partes de la ciudad con la Policía antidisturbios, que ha respondido con el lanzamiento de botes de gas lacrimógeno y con cañones de agua a presión.
Hasta altas horas de la madrugada, miles de personas han intentado acceder a las calles colindantes a la plaza de Taksim, después de que la Policía irrumpiera y forzara el desalojo de la multitud que allí se congregaba.
Para evitarlo, la Policía ha cortado los principales accesos y arterias a la zona de Kadikoy, como el puente que se eleva sobre el Bósforo y que conecta con la zona asiática de Estambul.
Varios cientos de personas han tratado cruzarlo y se han enfrentado a los agentes, que ha disparado botes de gas lacrimógeno, que ha sido respondido con el lanzamiento de piedras, mientras numerosos ocupantes de los coches atrapados en el puente se han visto afectados por la nube gas.
Los altercados se han extendido hasta la principal arteria comercial de la parte asiática de Estambul, donde la Policía ha recurrido también al gas lacrimógeno para dispersar a la multitud que protestaba contra el desalojo de Taksim y el parque Gezi en el barrio de Fikirtepe.
Los antidisturbios, incluso, han llegado a disparar gas lacrimógeno dentro del hotel Divan, de cinco estrellas, situado cerca de la plaza Taksim, donde se refugiaban decenas de manifestantes que huían de la Policía tras asaltar la acampada.