Se suponía que cuando una delegación diplomática va a de visita a otro país lo hace para trabajar, no para cerrar algún antro o irse de putas. Pero no, parece ser que lo que todos dábamos por sentado, en Corea del Sur tienen que ponerlo en un manual. De ello se ha encargado la Oficina Presidencial de Seúl que ha exigido a los funcionarios que acompañarán la semana que viene a la presidenta del país a un viaje oficial a China, que se abstengan de beber alcohol o acudir a lugares de alterne
Esas advertencias son solo algunas de las que se han incluido en un ‘listado de normas de conducta’ que se ha entregado a los 50 miembros de la delegación presidencial antes de que partan el jueves rumbo a Pekín.
Las mismas exigen a los funcionarios surcoreanos que, por muy tensos que estén, no visiten salones de masaje, que en varios países de Asia Oriental habitualmente ocultan negocios relacionados con la prostitución. El aparente objetivo del listado de conducta entregado a la comitiva es evitar escándalos como el de acoso sexual protagonizado en mayo en Estados Unidos por el ex portavoz de la presidenta.Yoon Chang-jung, un polémico periodista surcoreano elegido por Park como su portavoz, fue acusado de haberle tocado el culo, sin permiso a una estudiante en prácticas tras haber bebido una considerable cantidad de alcohol en un hotel de Washington.
Además, al día siguiente, en el que Park se disponía a celebrar una importante cumbre con Barack Obama, el entonces portavoz presidencial recibió, en pelotas, a la mencionada estudiante, en su habitación.