Las autoridades rusas han informado de que el ex trabajador de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, Edward Snowden, sigue en el aeropuerto de Moscú y no ha reservado ningún vuelo a La Habana, como se esperaba. Aunque el presidente Putin declaró hace unos días que lo mejor “para él y para nosotros es que se vaya cuanto antes” Snowden – que abandonó Estados Unidos para aterrizar en Hong Kong el mes pasado, después de haber revelado detalles sobre los programas de espionaje del Gobierno norteamericano, para después volar a Moscú el último domingo – no se ha dado por aludido.
Y es que se enfrenta a cargos por espionaje en Estados Unidos – delito del que si es declarado culpable podría suponer una condena a muerte – quizá por eso nadie le ha visto ni llegar ni esperar en el aeropuerto de Sheremetyevo, salvo los diplomáticos de la Embajada de Ecuador en Moscú, donde ha pedido asilo político.
De momento, Snowden seguirá esperando, al menos es lo que se deduce de la información de la compañía Aeroflot, que ha confirmado que ni él ni su compañera de viaje, Sarah Harrison, investigadora del grupo WikiLeaks, han reservado ningún vuelo a La Habana este jueves…del hecho de que Putin no está dispuesto a extraditarlo a los Estados Unidos y de la circunstancia de que las autoridades rusas haya sido terminantes: “puede permanecer en la zona de tránsito todo el tiempo que quiera” sin solicitar el visado para entrar en el país.