La responsabilizaba de su despido así que, ni corto ni perezoso, metió un kilo de marihuana en el vehículo del Servicio de Atención a Personas Dependientes para perjudicar a su ex compañera. Al detenido, de 62 años y vecino de la localidad ourensana de Vilardevós, se le imputa un delito de simulación y otro contra la salud pública.
Fue él mismo el que llamó a la Policía Nacional para alertar de que el coche del 065 que conducía su ex compañera llevaba drogas dentro. Sin embargo, mientras los agentes la seguían tras la llamada, la mujer acudía al cuartel de la Guardia Civil al ver varios paquetes raros y desconocidos en el interior del vehículo del que acababa de hacerse cargo.