Según ha sabido esta redacción, el Consejo de Administración de Pescanova, reunido este miércoles por la tarde, ha aceptado la dimisión presentada por el presidente de la empresa, Manuel Fernández de Sousa Faro.
El órgano directivo de la multinacional se había concovado para analizar la auditoría realizada por KPMG en la que se detallaba la situación de la firma y que reveló que en los últimos años la dirección de la empresa llevó a cabo prácticas contables que tuvieron como finalidad ocultar la deuda real de la compañía.
KPMG subrayaba que el objetivo era presentar una deuda financiera inferior a la real y, como consecuencia, unos resultados superiores los que realmente generaba Pescanova que, de acuerdo con los conclusiones de la auditoría tenía una deuda financiera, a finales del año pasado, de 3.281 millones de euros, con un patrimonio neto negativo de 927 millones.