La directora de un colegio de la India, en el que murieron 23 niños esta semana por consumir comida cocinada con insecticida, obligó a los alumnos del centro comer. Según la investigación, varios de los pequeños dijeron que no querían comer porque el curry de soja con patatas tenía mal aspecto y olía mal, pero la directora les regañó y les insistió en que acabasen su comida.
Según varios testigos, la responsable del centro afirmó que el aceite usado para preparar la comida no podía estar malo puesto que se lo había comprado a su marido.
Sin embargo, esto no es lo peor, sino que la directora no socorrió a los alumnos cuando empezaron a sentirse mal ello, según concluye la investigación, hizo perder alrededor de hora y media que habría resultado crítica, puesto que llevando a los niños a un centro médico en ese espacio de tiempo muchos podrían haberse salvado.
