Así se indica en la auditoría de KPMG, en la que se pone al descubierto un entramado de empresas instrumentales a las que, no solo la matriz de Pescanova, sino varias filiales hacían ventas simuladas – la mayoría a precios muy por encima de los normales – para obtener liquidez. Para ello se acudía al descuento de efectos con diversos bancos partiendo de la simulación de dichas ventas, lo que permitía a la empresa disponer del dinero que necesitaba.
Estas operaciones, como señala el informe de KPMG, se hacían teniendo en cuenta las necesidades de liquidez de cada momento, tal y como se ha podido constatar en los controles, diarios, que hacía la matriz, teniendo siempre muy en cuenta las fechas de vencimiento de los efectos que antes habían sido descontados ya por las entidades bancarias.
Su volumen llegó a ser descomunal, tanto que en 5 años y tres meses, se simularon ventas por 2.394 millones de euros – casi 1,2 diarios durante ese tiempo – al tiempo que se contabilizaron compras, a esas mismas empresas pantalla por una cantidad casi idéntica, durante ese mismo período.