Agentes de Scotland Yard de guardia en el Palacio de Buckingham derribaron y redujeron al príncipe Andrés, duque de York, el pasado miércoles, tras confundirlo con un intruso. Las fuerzas de seguridad, que están en alerta tras el allanamiento de palacio el lunes pasado, no se dieron cuenta de que quien paseaba tranquilamente por el jardín de la residencia de la reina era su segundo hijo y uno de los agentes tiró al suelo al príncipe y, una vez allí lo inmovilizó mientras le gritaba que se identificase.
Según el diario ‘Daily Express‘, otros dos policías que llegaron inmediatamente apuntaron al duque de York con armas de fuego, hasta que, finalmente, uno de los responsables de la seguridad de Isabel II reconoció al supuesto intruso.
“Se puede decir que el duque no estaba muy contento con todo el asunto. Afirmar que los agentes estaban ‘enormemente avergonzados’ es el eufemismo del siglo”, añadieron fuentes consultadas por el mencionado diario. Al parecer, una vez que el comandante Windsor – Andrés tiene ese grado militar tras su paso por la Royal Navy – se recuperó, echó una sonora “reprimenda” a los policías a los cuales, según aseguró un representante de Scotland Yard, este incidente “no parece que vaya a beneficiarles, precisamente, en su carrera”.
