El paro – asombrémonos, porque en aquel país llegará este año al 7,5% – y el déficit – para pasmarse a la vista de lo que tenemos aquí, que será del 3,3% del Producto Interior Bruto – aumentan en Holanda y han puesto contra las cuerdas al Gobierno del país. ‘Acorralado’ por la crisis – aquí el paro es del 27% y el déficit bate todos los récords históricos -, el Ejecutivo ha planteado nuevas medidas de ahorro valoradas en 6.000 millones de euros. Y lo que es peor, anunció oficialmente a los ciudadanos que no queda más remedio que meterle mano a su tradicional Estado de bienestar.
A través de un discurso del rey, el Gobierno anunció que estos recortes se suman a los 46.000 millones ya aprobados, lo que ha supuesto que Guillermo-Alejandro, en el tradicional discurso de la Corona, que, pese ser leído por el monarca, contiene las directrices legislativas del Ejecutivo en la apertura del año parlamentario, haya afirmado que el “clásico Estado de bienestar” debe dejar paso a una “sociedad participativa” en la que los ciudadanos aumentan la responsabilidad sobre sus propias vidas. Y se refirió a la sanidad, las pensiones y el mercado inmobiliario como los capítulos que más reformas necesitan para poder garantizar su sostenibilidad.