Al menos 133 personas han muerto y unos 250 se encuentran desaparecidos tras el naufragio de la barcaza en la que viajaban cerca de 500 personas y que intentaba llegar a la isla italiana de Lampedusa, al sur de Sicilia, según han informado fuentes de los equipos de rescate.
La alcaldesa de la isla ha confirmado que ya se han recuperado cerca de un centenar de cadáveres, entre ellos dos niños de corta edad -en la barcaza viajaban unos 30 menores- y una mujer embarazada, pero la cifra de muertos puede será mayor “pues el mar está lleno de cadáveres”. Los miembros de los equipos de salvamento han asegurado a varios medios de comunicación italianos que bajo la barcaza podría haber más de un centenar de cuerpos, muchos de ellos niños.
Giusi Nicolini también informó a los medios italianos de que, entre los supervivientes, las fuerzas del orden han detenido a una persona que creen puede ser el traficante que les llevaba. “Los supervivientes han explicado que encendieron un fuego a bordo porque no tenían cobertura y los móviles no funcionaban”. La barcaza después se incendió, por lo que muchos de los inmigrantes tuvieron que arrojarse al mar, y posteriormente volcó, agregó la alcaldesa.
“De este modo, han terminado todos en el agua y al parecer algunos pesqueros han pasado y han seguido su camino sin ayudarles”, ha añadido la alcaldesa, subrayando que “si esto es cierto, habrá que aclararlo“.
Hay que recordar que, en su día, el gobierno Berlusconi aprobó una ley que establece multas para los italianos que ayuden a inmigrantes ilegales a llegar a las costas del país –norma que no ha sido derogada por el ejecutivo de Letta y que explicaría que los pesqueros que pasaron junto a las víctimas no les auxiliasen-.