“La imagen que no deja de repetirse es la de los cuerpos amontonados en el buque, casi todos con los ojos abiertos y los brazos extendidos hacia arriba, como queriendo pedir ayuda. Durante toda la noche había intentado imaginar pero el escenario que vimos era mucho peor: decenas de cuerpos, muchos abrazados, muchos con los brazos extendidos todavía. Una escena heladora. Parecía falsa. Con los ojos abiertos, parecía que nos miraban”. Así ha contado Salvo Vagliasindi, uno de los buceadores que ha participado en la búsqueda de más víctimas del naufragio en Lampedusa lo que se encontró cuando llegó hasta la barcaza hundida.
Él ha sido uno de los buzos que ha ayudado a sacar otros 17 cadáveres del fondo del mar, con los que el número de víctimas ha subido a 211 personas, según han confirmado las autoridades italianas.
Los equipos de buceadores habían reanudado, este lunes a las 7 de la mañana, las tareas de búsqueda de desaparecidos y han encontrado los cuerpos de dos mujeres en el interior del casco del buque hundido. Poco después de ese primer hallazgo, han emergido otros quince cadáveres.