Eso ha asegurado Elvira Rodríguez, este martes, durante un desayuno informativo. «Pescanova tenía una contabilidad A y una contabilidad B. La B era más grande y toda la porquería estaba en la B», ha dicho exactamente la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), quien ha añadido que, a simple vista, el caso de esta compañía era como el de otras, «con una contabilidad formalmente perfecta y un informe de auditoría limpio».
Rodríguez ha subrayado que la Comisión del Mercado de Valores, “con las herramientas que maneja, no tiene posibilidad alguna» de conocer una situación como la de la multinacional pesquera, más aún considerando, ha añadido, que Pescanova era una empresa cotizada de la que los analistas internacionales destacaban que tenía un buen producto con futuro.
La presidenta de la CNMV ha afirmado que, tras detectarse sus irregularidades, el organismo que dirige reaccionó con agilidad y envió al juez toda la información de la que disponía, “no había muchas cosas que investigar porque había muchos hechos demostrados. Le pudimos entregar al juez toda la información que necesitaba y dimos una respuesta muy rápida. En estos casos hay que ser muy serios», ha enfatizado.
