Esto es lo que ha decidido el ejecutivo de Samaras, que con la ayuda de los socialistas del PASOK ha llevado al país a su cota más elevada de desempleo –superando el 27% -no ha logrado rebajar la deuda ni el déficit de manera significativa, ha recortado pensiones, deteriorado la sanidad y la educación, elevado el paro entre los jóvenes hasta cerca del 60%, despedido a decenas de miles de trabajadores públicos, privatizado servicios esenciales, degradado el mercado laboral con sueldos de miseria, subido los impuestos y creando una bolsa de pobreza que acecha a uno de cada tres griegos, todo ello siguiendo las directrices del Fondo Monetario, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo- para hacer frente a los pagos a una banca insaciable.
Precisamente como consecuencia de ello, centenares de miles de ciudadanos, que no podían pagar la luz, y a las que se les ha cortado el suministro, han suplido la falta de corriente con chimeneas, braseros y estufas, además de optar por el ‘robo de electricidad’.
Ello ha causado que aumente la contaminación y que haya habido muertes por intoxicaciones de humo. Ante ello, el Estado se hará cargo- eso sí, solo los días con contaminación elevada- del recibo de la electricidad, restableciéndole el suministro, desde este sábado, a quienes no pueden pagar y que no se han anotado a los programas sociales que ofrecen descuentos de hasta un 70% a los más desfavorecidos.
El ministro de Energía y Medio Ambiente, Yannis Maniatis, señaló hoy que las personas que hasta el pasado 1 de noviembre se inscribieron como afectadas en ayuntamientos, regiones e instituciones de la Iglesia recuperarán su suministro eléctrico.