La mayor factura que ha pasado la crisis ha sido al mundo laboral. Si en los tiempos de bonanza se creaban en Galicia 30.000 puestos de trabajo cada año, desde que comenzó la crisis hace año y medio ya se han destruido más de 75.600, el 6 por ciento de la población activa. Una cifra muy elevada que casi ha dado al traste con los 100.000 empleos generados entre 2005 y 2007 en la comunidad gallega.
La industria está siendo el sector más afectado, ya que en él se perdieron más de 32.700 empleos frente a los 15.700 de la construcción, los 3.940 del sector del automóvil, los 4.414 del textil o los 2.098 del naval. El sector servicios es el que mejor aguanta el tirón a pesar de acoger al 70 por ciento de los trabajadores gallegos.
Los contratos indefinidos crecieron en plena recesión, mientras que los temporales fueron los que más han sufrido la crisis debido al despido rápido y casi a coste cero que suponen. Y los expedientes de regulación de empleo pasaron de afectar a 6.000 trabajadores a 22.000 desde el inicio de la crisis, con un 450 por ciento más de afectados.