Eso sí, la Encuesta Social Europea (ESE) – realizada de forma simultánea en 29 países europeos entre finales de 2012 y principios de 2013- apunta a que no solo estamos en el nivel más bajo de confianza en la política de la última década, además somos los europeos que menos nos fiamos de los políticos. La prueba es que les damos una puntuación de 1,91 sobre 10, que baja a un 1,88 cuando nos preguntan sobre los partidos a los que representan.
Los datos constatan un deterioro “enorme” en la percepción que tenemos de los políticos y en las instituciones, en especial en las que son de representación, puesto que no aprobamos ni al Congreso de los Diputados, ni al Parlamento Europeo ni a las Naciones Unidas.
Según la encuesta, consideramos que las alternativas que proponen los partidos no se distinguen claramente entre sí, y que el Gobierno ni protege a todos los ciudadanos de la pobreza ni toma las medidas necesarias para evitar la brecha social y la exclusión de las personas más vulnerables.
Por todo ello, la movilización ‘no convencional’ en España está “muy por encima de la media” europea, como la participación en manifestaciones -el 25,8% lo ha hecho-,recogidas de firmas (33,2%) y las plataformas de movilización ciudadana (7,7%).
