Su nombre es Helmut Linssen es, hasta ahora, el tesorero de la Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana – el partido de la canciller, Angela Merkel- y ha pedido que lo releven de su cargo en el consejo del partido en abril. ¿Por qué?, pues porque se ha sabido que el bueno de Helmut gestionó dinero, a través de una empresa tapadera, en paraísos fiscales.
Hace dos días el semanario Stern publicó este hecho y las críticas arreciaron, sobre la CDU, sobre Merkel y sobre el propio Lissen quien asegura que nunca se aprovechó de su cargo, puesto que el dinero procedía de una herencia familiar, y también negó que hubiese evadido impuestos o que la cuenta en el extranjero le hubiese proporcionado beneficios.
Claro que lo que dice Helmut no es lo mismo que publica Stern, quien indica que aquel, entre 1997 y 2004 – no fue nombrado tesorero hasta 2010- realizó ingresos en un banco de Luxemburgo a nombre de una empresa tapadera que tenía su sede, primero en Bahamas y luego en Panamá.
En 2012, sostiene la publicación, se abrió un procedimiento penal contra Linssen, pero no fue inculpado porque el presunto delito había prescrito, por lo que dirigente político sólo tuvo que pagar por los intereses del periodo entre 2001 y 2005.