A cierre de enero de 2012, menos de dos semanas antes de que empezase a aplicarse la Reforma Laboral – según datos del Ministerio de Empleo –había 4.599.829 personas anotadas en las oficinas del paro: dos años después, los registros del antiguo Inem contabilizaban 4.814.435 parados, lo que supone 214.606 más que entonces.
Además – siempre de acuerdo con estos datos oficiales- desde febrero de 2012 hasta la actualidad la cifra de afiliados a la Seguridad Social se ha reducido en 769.627 personas, situándose, a finales del pasado mes de enero, en 16.176.610. A este descenso hay que sumar el número de afiliados extranjeros, que se ha reducido en 175.365 cotizantes quedándose en 1.514.821 afiliados, su cifra más baja desde que se tiene referencia estadística.
También son ilustrativos los datos-siempre oficiales- de la Encuesta de Población Activa (EPA): cuando empezó a aplicarse la Reforma Laboral, el número de desempleados EPA era, en el 4º trimestre de 2011, de 5.273.600 personas, el mismo trimestre de 2013, la cifra de parados era de 5.896.300, esto es, 622.700 desempleados más. Entonces la tasa de desempleo era del 22,85%, a finales de 2013 se había incrementado hasta el 26,03%, es decir, 3,18 puntos por encima y, entre el cuarto trimestre de 2011 y el mismo período de 2013, la economía española destruyó 1.049.300 empleos.
Los argumentos esgrimidos por el Gobierno entonces tampoco valen como justificación. De acuerdo con los datos del Banco de España: a finales de 2011, la economía española acababa de entrar en recesión y mostraba caídas del PIB del 0,4% en términos trimestrales y del 0,6% en valores interanuales, ahora-algo que repiten el presidente Rajoy, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y los ministros Montoro, De Guindos y Bañez- la economía española ha retornado a tasas positivas trimestrales, con un crecimiento del 0,3%, pese a lo cual no se genera empleo alguno, al contrario, el mes pasado-siempre de acuerdo con la información del Ministerio de Empleo, que calificó la noticia como de “tendencia favorable”– la Seguridad Social perdió 184.031 afiliados y se anotaron en las oficinas del paro 113.097 personas.
Por si todo ello no fuese suficientemente indicativo los datos –insistimos que siempre oficiales- dicen que, donde el ministro Montoro asegura que ha habido una “moderación salarial”, hay una pérdida de capacidad adquisitiva: los sueldos pactados por convenio han bajado, exactamente, un 1,41%, ello en un contexto de subida del IVA en un 3%, de la luz en casi un 40% en este período, del 2,1% en el ‘coste de la vida’ o de casi un 50% las tasas universitarias, un 3% los libros, el transporte, los peajes o las tasas e impuestos locales.
A todos estos datos se añade la precariedad laboral: en enero pasado del 1.259.240 contratos firmados, 98.366 fueron de carácter indefinido- el 7,81 % – frente a 1.160.874 temporales –el 92,19 %– otro dato más del Ministerio de Empleo: 300.000 contratos, el 23,2% de los que se firmaron en diciembre de 2013 – que fueron 1.293.103 en total- se hicieron por una duración de 7 días o menos.