El Senado ya dio su visto bueno, en diciembre, por 50 votos a favor y 17 en contra, a una enmienda a la ley sancionada en 2002 sobre la eutanasia para que también se aplique a los menores de edad, pero solo bajo ciertas condiciones adicionales. Estas incluyen autorización de los padres y un requisito de que cualquier menor que desee la eutanasia demuestre “capacidad para discernir” ante psiquiatras y psicólogos.
La reforma, que ha sido promovida por los socialistas belgas y apoyada por varios grupos políticos, con excepción del partido flamenco Vlaams Belang y los democristianos, adquiere una gran importancia debido a que se convertirá en la más permisiva, puesto que la de otros países como Holanda deja la decisión en manos del menor entre 16 y 18 años y exige el consentimiento paterno para casos entre los 12 y los 16.
Según la Comisión Federal de Control y Evaluación de la eutanasia en Bélgica en el 2012 se registraron 1.432 casos, un 25% más que el año anterior. Además, dos tercios de los belgas apoyan el citado proyecto de ley, y tres cuartas partes incluso están de acuerdo en que los padres pidan la eutanasia para sus hijos enfermos, sin consentimiento del niño.
Bélgica es uno de los países más liberales en cuanto a eutanasia, ya que, es un procedimiento que puede ser solicitado por adultos que incluso, no son enfermos terminales. Los otros países europeos en los que está legalizada la eutanasia son Luxemburgo, Suiza y Holanda- en este último caso incluyendo a niños desde 12 años.
Voces en contra
En contra de esta ley se han manifestado 58 miembros de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa han publicado una declaración contra el proyecto de legalización de la eutanasia para niños en Bélgica. En el documento, los parlamentarios consideran que el voto del Senado belga “asume de manera errónea que los niños son capaces de dar su consentimiento informado a la eutanasia” y deploran que defienda “la creencia inaceptable de que una vida pueda ser indigna de ser vivida”, cuestionando así la base misma de una sociedad civilizada.
Por su parte, el arzobispo de Malinas-Bruselas, André-Joseph Léonard ha a hecho un llamamiento urgente a todos los fieles de la archidiócesis a vivir este jueves una jornada de ayuno y una vigilia de oración, para “despertar las conciencias y provocar un último debate público” ante la posible extensión de la ley a los menores de edad. También están invitados a unirse a esta iniciativa “otros cristianos, creyentes de otras religiones, agnósticos y ateos”, una declaración que se suma a un popularísimo vídeo, colgado en Youtube, en el que una niña de 4 años pide al rey Felipe –padre de 4 hijos- que no sancione la ley.
La Casa Real no ha aclarado si el rey lo hará, aunque en la mente de todos está la ‘abdicación por un día’ de su tío, Balduino quien, en 1990, renunció al trono durante 36 horas aduciendo objeción de conciencia. El rey, contrario a la ley de despenalización del aborto aprobada por el Parlamento y el Senado, pidió al Gobierno belga que buscara una solución constitucional a fin de evitar su firma en el texto sin crear un vacío de poder. El Consejo de Ministros recurrió, entonces, al artículo 82 de la Constitución, relativo a “la incapacidad temporal para reinar del representante de la Corona”, que deja sus poderes en manos del Gabinete, de manera que la ley fue refrendada por el Gobierno, encabezado en aquel momento por el conservador Wilfred Martens.
¿Qué pensamos aquí?
El tema de la eutanasia ha sido debatido en todo el mundo y estuvo de actualidad en España tras la muerte de Ramón Sampedro– y la película ‘Mar adentro’, ganadora de un Oscar en 2004, dirigida por Alejandro Amenábar y protagonizada por Javier Bardem-. En aquellas fechas el 67% de la población española estaba de acuerdo con la legalización de la ‘muerte asistida’, un 20% se declaraba en contra y un 13% no tenía una opinión clara.
También por ese año, una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios, levantó polémica puesto que en la misma un 21% de los médicos entrevistados para su realización afirmaba que la eutanasia activa era una ‘práctica habitual’.
