La inesperada inactividad de WhatsApp durante cuatro horas el pasado sábado por la noche que provocó el revuelo entre sus 430 millones de seguidores, se convirtió en una inesperada demanda de nuevos registros a la aplicación Telegram. Más de cuatro millones de usuarios se unieron al nuevo servicio de mensajería instantánea en las últimas 18 horas.
Telegram no soportó la avalancha de miles de altas y sufrió problemas de saturación tanto el sábado como ayer. “El servicio se hace inestable a raíz de la sobrecarga. Ya estamos trabajando para solucionar los problemas de conexión en Europa” informaba la compañía.
En un comunicado por vía Twitter, el servicio ruso detallaba que debido a la gran afluencia de nuevas altas se alcanzó el registro de los 100 usuarios por segundo y más de 1.8 millones beneficiarios durante el fin de semana. El sistema presenta como grandes bazas frente a WhatsApp la gratuidad, la seguridad y la privacidad.
Con sede en Berlín uno de sus sus puntos fuertes es la creación de chats secretos que emplean el cifrado entre móviles, pudiendo ser leídos solamente el emisor y receptor, ni siquiera Telegram lograría descodificarlos. Además, existe la opción de autodestruir el contenido tras ser ojeados sin dejar huella.