Según los testimonios de 28 supervivientes – 25 hombres y 3 mujeres- de la ‘masacre’ de inmigrantes en Ceuta– procedentes de Togo, Camerún, Costa de Marfil y Senegal-, reunidos por la ONG ’Ca-minando Fronteras’, que trabaja en atención sanitaria y defensa de los derechos de los inmigrantes en Marruecos, tanto los altos cargos de la Guardia Civil como el propio ministro del Interior mintieron –en este último caso en el Congreso de los Diputados- cuando explicaron lo que pasó en la frontera con Marruecos el pasado 6 de febrero.
Dichos testimonios indican que los agentes dispararon pelotas de goma y botes de humo contra las personas que intentaban llegar a la playa de El Tarajal, además denegaron auxilio a quienes estaban en el mar y, de acuerdo con informes médicos independientes encargado por la ONG señalan la existencia de lesiones, tanto en los muertos como en los heridos, compatibles con impactos de balas de goma. De hecho, en los cadáveres aparecen heridas, presumiblemente provocadas por las pelotas de goma, que tendrían relación directa con las muertes, junto al efecto de los gases lacrimógenos. Varios de los heridos por los pelotazos de la Guardia Civil han perdido la visión o tendrán secuelas físicas para siempre. A ello se añade que aún hay 5 desaparecidos.
Los testigos “de manera persistente” coinciden en que los agentes de la Guardia Civil “al principio disparaba al aire” pero cuando las personas que estaban en el mar se aproximaron a la zona territorial española tiraron “a los cuerpos de las personas que se encontraban en el agua”. Apuntaban a los flotadores y éstos “se pinchaban”, pero “muchas de las balas de caucho alcanzaron en la cabeza y la cara a quienes intentaban alcanzar la orilla”.
Los disparos, además, se hicieron desde muy cerca y los agentes llegaron a usar las culatas de sus armas para evitar que muchas personas se agarrasen a las rocas.
Varias de las personas que fueron alcanzadas por las pelotas de goma pidieron auxilio a la Guardia Civil “y no se lo dieron” pese a que algunos estaban justo al lado de las embarcaciones y, en lugar de ser auxiliados “les pegaron”.
Todas las personas entrevistadas por ‘Caminando Fronteras’ aseguraron que si la Guardia Civil hubiese auxiliado a quienes estaban ahogándose “posiblemente hubiesen salvado sus vidas”. Dos refieren las circunstancias de una de las muertes, la de Oumar Ben Sanda, en este sentido: “Sanda ha pedido socorro, ha tirado su mano hacia la roca y el Guardia Civil le ha pegado y enviado de nuevo al agua”.
En esta situación, siempre según los testimonios, quienes llegaron a la playa pese a todo, fueron maltratados y dos de ellos afirman que “un agente disparó sobre las cabezas de algunos de ellos mientras estaban tumbados sobre la arena”.