Si las últimas temporadas el coche a batir fue el Red Bull, parece que esta los monoplazas a los que deberá enfrentarse Ferrari serán los Mercedes. Este viernes han demostrado porqué son los favoritos y, durante la primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia, Lewis Hamilton marcó el mejor tiempo por delante de su compañero de equipo y de Fernando Alonso.
Alonso, primer piloto en salir al asfalto de Melbourne Park, rodó 20 vueltas por la mañana y marcó el mejor tiempo con 1:31.840, convirtiéndose en el único capaz de bajar de 1:32 en este contacto inicial, seguido a más de medio segundo por Jenson Button (McLaren) y los Williams de Valtteri Bottas y Felipe Massa.
Por detrás se posicionaba Daniel Ricciardo (Red Bull), dejando entrever que el equipo austriaco llegaba a la primera cita del Mundial mejor de lo que se esperaba tras un pretemporada caótica. Sebastian Vettel, el último en salir a pista 50 minutos de iniciarse la sesión, lo confirmó al finalizar séptimo por detrás de Nico Rosberg.
En la sesión vespertina, Mercedes resolvió sus problemas y dio el golpe sobre la mesa que la parrilla esperaba tras una pretemporada apabullante. Hamilton y Rosberg pulverizaron el mejor tiempo matinal de Alonso y bajaron de 1:30, con liderazgo para el inglés con una décima y media de ventaja sobre su compañero.