Madrugada ajetreada en las carreteras viguesas para la Policía Local. Los agentes detuvieron a dos individuos como supuestos autores de delitos contra la seguridad vial y de atentado a un agente de la autoridad después de ser sorprendidos cuando conducían bajo los efectos del alcohol y agredir a los policías que intervinieron. La primera se produjo a las 01.45 horas en la calle Jacinto Benavente, cuando una patrulla sometió al control de alcoholemia a un conductor que efectuaba una maniobra de aparcamiento de forma inadecuada. El conductor, de 48 años, superó la tasa permitida y, tras reiteradas faltas de respeto a los agentes, acabó propinando un manotazo a uno de ellos.
Sobre las 04.00 horas, otra patrulla acude a la Avenida de Castrelos tras la denuncia de que una persona circulaba en una motocicleta de cross sin matrícula y de forma peligrosa. En la zona se encontraron a un hombre de 47 años que circulaba con el motor apagado, al parecer porque se había quedado sin gasolina. Los agentes detectaron que presentaba síntomas de ebriedad y se vieron obligados a sujetarle al no poder mantener el equilibrio cuando se bajaba de la moto. Al pedirle que realizara la prueba de alcoholemia, el conductor propinó una patada a un agente, por lo que fue detenido. Ya en comisaría, el hombre continuó con su actitud violenta y llegó a autolesionarse al darse cabezazos contra el mobiliario. Pero el hombre entró en el centro de salud de la calle Bolivia, a donde fue trasladado para hacerle un reconocimiento, dando una patada a la puerta de acceso y rompiendo el cristal.