Mediocre. Eso es lo que es el Ferrari de este 2014. No es competitivo, ni con neumáticos blandos ni con duros ni con unos de madera. No acelera, sale mal y encima, tampoco es que brille en consumo. Esa es la perspectiva después de dos carreras en las que lo único que ha salvado a Alonso de salir en la sexta o séptima posición ha sido la lluvia que el sábado fue el telón de fondo en la clasificación para el Gran Premio de Malasia.
La novedad es que Red Bull se acerca a Mercedes- cuando salen parejos- porque si no es así, como ha demostrado Lewis Hamilton este domingo, no hay color. Y eso teniendo en cuenta que los monoplazas de Vettel y Ricciardo han hecho una pretemporada espantosa.
Por detrás de estos dos equipos hay varios, entre ellos Force India, Willians y McLaren…además de Ferrari, todos en unos niveles más o medios parejos y prestaciones similares, lo que hace que la capacidad de los pilotos- gestionando los neumáticos o sabiendo dosificar el consumo de combustible- pese algo más que la temporada pasada. Eso explica porqué Raikkonen no aporta, de momento, gran cosa a Ferrari o porque una cosa es Hulkemberg y otra Sergio Pérez, lo mismo que Grosjean y Maldonado en Lotus. En otras escuderías el ‘tándem’ está mucho más equilibrado, como Willians, con Massa y Botas, en McLaren, con el novato Magnnusen y el veterano Button…hasta en Red Bull, donde Ricciardo-con más carácter que Webber- no parece muy dispuesto a hacer de esparing de Vettel.
Con este mapa, además de un circuito como Sepang, donde hacía muchísmo calor- y más humedad- el resultado, además de los ‘problemas’ oportunos de Ricciardo- han maquillado para Ferrari un resultado que, en condiciones normales, situaría a Fernando Alonso en sexta – sino algo más atrás- y han facilitado que acabase cuarto, por detrás de Hamilton, que se ha hecho con la carrera, Rosberg, su compañero de Mercedes, que ha completado el doblete y Vettel …porque en boxes han sentenciado a Ricciardo y Fernando sabe sacarle el jugo a la tartana que le han dado.
