Los grandes dependientes de Vigo ya han cobrado la cantidad que les adeudaba la Xunta por su discapacidad. Lo aseguró la delegada del gobierno autónomo en Vigo, quien indicó que en 7 meses el ejecutivo Feijóo ha tramitado “más del doble” de expedientes de grandes dependientes y dependientes severos que el de Touriño en los dos años que gestionó la nueva Ley de Dependencia. En total, de mayo a diciembre, se gestionaron 2.300 expedientes y se invirtieron 14 millones para hacer frente a los pagos que, como destacó Lucía Molares, en algunos casos superaban los 15.000 € de atrasos.
Antes del 31 de diciembre se tramitaron, en Vigo y su área de influencia, 1.500 expedientes de grandes dependientes (83 correspondientes a 2007, 994 a 2008 y 483 a 2009) mientras que fueron 746 los dependientes severos (224 de 2007, 496 de 2008 y 20 de 2009). Por lo que respecta a Galicia, hay ya 8.867 personas que cobran por este concepto tras ser evaluados, frente a los 3.746 que lo hacían cuando se inauguró la legislatura.
Parte de la promesa de Feijóo, cumplida…pero sigue habiendo más muertos con derecho a cobrar
Se cumple, así , parte del compromiso que Feijóo asumió el 22 de febrero de 2009 cuando, siendo aún candidato a la presidencia de la Xunta aseguró que todos los grandes dependientes de Galicia cobrarían antes de final de aquel año. La cifra entonces era de algo más de 16.000; sin embargo, no ha sido posible evitar que el número de personas fallecidas con derecho a cobrar, 7.972, sea superior a las vivas que ya lo hace, 7.866, según los datos de Benestar.
¿Quiénes son grandes dependientes y quienes dependientes severos?
Según la Ley de Dependencia el grado de la misma se establecerá conforme a una puntuación de 25 a 100. Serán grandes dependientes a partir de los 75 puntos; de nivel 1 (el más leve) entre 75 y 89 puntos, y de nivel 2, entre 90 y 100, lo que significará que se necesita ayuda constante de terceras personas para las necesidades más básicas.
Entrarán en la categoría de dependientes severos quienes sumen entre 50 y 64 puntos (nivel 1), y de 65 a 74 puntos, los de nivel 2. El grado menor de dependencia se alcanzará con entre 25 y 49 puntos, también repartidos en dos grados. Lo que más puntúa son las dificultades para alimentarse por uno mismo. El documento técnico tiene en cuenta si el dependiente necesita ayuda para preparar y consumir alimentos y bebidas, o en gestos relacionados como abrir una botella, llenar un vaso o manejar los cubiertos. Le siguen, por su relevancia, las necesidades fisiológicas, vestirse, movimiento, cambio de posturas, desplazamientos dentro y fuera del hogar, y la toma de decisiones.
Por lo que se refiere a los menores de edad, el baremo comparará el nivel de autonomía del menor respecto al habitual de otro niño sano de su misma edad, en cuestiones como la motricidad y adaptación al medio, la necesidad de ayuda para moverse o soportes para funciones vitales. También habrá tres grados de dependencia de los menores de tres años, con revisiones periódicas a los 6, 12, 18, 24 y 30 meses. A los 36 meses se les incluirá en el régimen general de la Seguridad Social.