La gestión del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, habla por sí mismo: el déficit público de España alcanzó el año pasado el 7,1% del PIB -incluyendo las ayudas a la banca, que suman 0,5 puntos porcentuales- el cuarto más alto de toda la Unión Europea tras Eslovenia (14,7%), Grecia (12,7%) e Irlanda (7,2%), según los datos finales validados este miércoles por la oficina estadística comunitaria, Eurostat.
Sin contar las ayudas a la banca -que se excluyen en el procedimiento sancionador por déficit excesivo-, el déficit español se redujo desde el 6,9% en 2012 hasta el 6,6% el año pasado, aunque quedó una décima por encima del objetivo pactado con la UE del 6,5% del PIB.
Para este año, España se ha comprometido a seguir disminuyendo el déficit hasta el 5,8%, mientras que en 2015 deberá llegar hasta el 4,2% y en 2016, cuando vence el plazo para corregir el déficit excesivo, tendrá que situarse en el 2,8%. Según las previsiones de Bruselas, el Gobierno no tendrá problemas para cumplir la meta de 2014, pero el déficit volverá a subir al 6,5% el año que viene si no se aprueban más ajustes.
Otro de los ejemplos de la ‘impecable’ gestión de Montoro es este: el nivel de deuda pública de España aumentó desde el 86% en 2012 hasta el 93,9% en 2013, según los datos de Eurostat.
En la eurozona el déficit público disminuyó desde el 3,7% en 2012 hasta el 3% en 2013, mientras que en el conjunto de la UE cayó desde el 3,9% hasta el 3,3%. Por su parte, el nivel de deuda pública en la eurozona aumentó del 90,7% a finales de 2012 hasta el 92,6% el año pasado, mientras que en el conjunto de la UE subió desde el 85,2% hasta el 87,1%.