El 1% de las personas más ricas de la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) acumulan cada vez una parte mayor de la renta total, según un estudio de esa organización, en la que está España, donde el puñado de privilegiados más adinerados que conforman ese reducido porcentaje posee el 8,2% de la riqueza del Estado español.
En un comunicado, la OCDE destacó la importancia de que “los mayores asalariados paguen una parte justa de los impuestos porque sin una acción política coordinada, la brecha entre ricos y pobres probablemente crecerá todavía más en los próximos años”.