Los Angeles Lakers se han librado de Mike D’Antoni, al que le quedaba todavía una temporada más fija y otra más si la franquicia usaba la opción de equipo. D’Antoni no es que no haya podido cumplir las expectativas del considerado mejor equipo de la NBA, sino que lo ha situado en el peor momento de su historia y, encima, enfrentándose a sus pilares fundamentales: Kobe Bryant y Pau Gasol, al que no se ha cansado de humillar y minusvalorar hasta conseguir que el catalán esté a punto de irse del club.
D’Antoni se ha mostrado como un completo inútil incapaz de hacer algo positivo por el equipo empeñándose más en dividir a la plantilla que en hacer que funcionase. En su primer año, cuando llegó para sustituir a Mike Brown tras cinco partidos, los Lakers, pese a tener a Kobe Bryant, Gasol, Dwight Howard y Steve Nash, llegaron de forma ajustada a los ‘play-offs’ y fueron ‘barridos’ por los Spurs, mientras que en esta recién concluida, ya sin Nash, que se marchó a los Rockets, e imponiendo un sistema que ha causado innumerables lesiones, sobre todo la de Kobe Bryant, prácticamente inédito, todo fue peor-algo casi imposible- y los Lakers cerraron el peor balance de la historia: 27 partidos ganados y 55 perdidos que se suman al resumen de la ‘herencia’ que ha dejado D’Antoni en Los Ángeles: 67 victorias y 87 derrotas…todo un logro para alguien que se hizo cargo de un conjunto que venía de ganar dos anillos.
En palabras de algún aficionado, “D’Antoni tiene el don contrario al del rey Midas: todo lo que toca lo transforma en mierda”…pues eso.