El ex socio de Iñaki Urdangarin al frente del Instituto Nóos ha presentado un escrito ante el juez José Castro en el que afirma que la labor que realizó en esta entidad la llevó a cabo en la confianza de que “los servicios de inteligencia del Estado y su ejército de asesores velaban por la bondad de todo cuanto se acometía”.
En su escrito, el abogado de Diego Torres recalca: “ninguna tacha de ilicitud cabe reprochar al quehacer de mis representados, que siempre ha sido par con el ordenamiento jurídico”, tal y como incide en alusión tanto a Torres como a la mujer de éste, Ana María Tejeiro, ambos imputados en el caso Nóos.
“En todo momento actuó en la confianza y creencia de que su actuación se hallaba siempre dentro de la legalidad, atendiendo a que su socio, el señor Urdangarin, estaba bajo el control y supervisión de los servicios de seguridad del Estado por ser yerno de su Majestad el Rey y marido de su hija la Infanta Cristina”.
La Audiencia Provincial de Baleares, sin embargo, desestimó estas peticiones indicando que, pese a la confianza que le pudiera otorgar el hecho de que Urdangarin se hallaba bajo la supervisión del Estado por ser el yerno del Rey, no imposibilita que se prevaliese de esa situación para supuestamente obtener contratos de las Administraciones públicas “al margen de los procedimientos establecidos o que encubrirían subvenciones, aprovechándose de determinados eventos para malversar”.