Las naves “cotrosas y olvidadas” que están en la dársena 2 del Puerto se transformarán en restaurantes especializados en pescados y mariscos. Este es el nuevo proyecto que tiene la presidenta del mismo y que presentó hoy en público, acompañada con su diseñador, el arquitecto Martín Curty.
El nuevo espacio convivirá, “porque a este acuerdo hemos llegado con la Asociación de Armadores”, con los buques que salen a faenar y que mantendrán la “nave pequeña”, que se remodelará y adecentará, para poder almacenar sus aparejos, y la misma zona del muelle en la que atracan actualmente, que seguirá estando cerrada al público.
Corina Porro señaló que la recuperación de este inmueble “parte de la historia de Vigo” no sólo contribuirá a la reforma global del Puerto, sino que “ayudará a potenciar la economía y crear puestos de trabajo”. Porro señaló que se trata de una inversión “con retorno” ya que la misma contribuirá a potenciar el Puerto, especialmente en lo que se refiere al atractivo para los cruceristas, que este año superarán los 250.000, y a unirlo más a la ciudad.
Con estas dos premisas se creará, además de los restaurantes y bares de tapas, un aula que fomentará el consumo de los productos del mar, “abierta a turistas, asociaciones de vecinos, colectivos, niños, ciudadanos” y se facilitará el contacto de todos ellos con la industria “que nos ha dado de comer durante más de un siglo” mostrando cómo se pesca, como se trae el pescado a puerto, como son los barcos o el trdebajo de los marineros.
Martín Curty explicó que la reforma de la nave, que data de 1970, se ha basado en dos pilares: el respeto por la forma actual de la misma y el reparto equitativo de los espacios. Sobre esas bases, la planta baja estará ocupada por una zona de “tapeo informal”, mientras que la primera, “abierta al mar con grandes ventanales”, será de restaurantes “de mesa y mantel”. Para mejorar el aspecto de las naves se empleará cerámica gris verdosa para el interior, el tejado será de cinc gris metalizado y los miradores que darán a la dársena serán de color rojo.
En total, el se reformará una superficie de 2.250 metros cuadrados, cuyas obras se licitarán “de manera inmediata”, y que se desarrollarán por un período de 6 meses. La inversión final supera el 1.848.000 € y, como recalcó Corina Porro, será uno de los puntales que ayudarán a que el de Vigo sea el puerto siga creciendo en número de escalas y visitantes.