La consulta de independencia en las regiones de Donetsk y Lugansk (Ucrania) se celebra este domingo, para tomar una decisión sobre su pertenencia a Ucrania, incorporarse a Rusia u optar por la independencia. En un periodo marcado por violentas tensiones entre el ejército y los sublevados, las votaciones que son rechazadas por la comunidad internacional, podrían suponer un incremento de la inestabilidad social.
Por su contra, el presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Ranko Krivokapic, solicitó a los votantes a favor de la separación anular el proceso, “la idea es absurda. No sólo son completamente ilegítimos ante la comunidad internacional, sino que se desarrollarían en un ambiente de miedo, violencia y anarquía que alejará a muchos de los centros de votación“.
Los votantes deberán responder a la siguiente cuestión, “¿respalda usted la proclamación del acta de autonomía estatal de la República Popular de Donetsk?”. Las previsiones de la comisión electoral de la República Popular de Donetsk pronostican la participación de un 70% del censo electoral, congregando a las urnas a 3.100.000 ciudadanos.