Un fármaco que contrarresta los estados depresivos disminuye la enfermedad del Alzheimer, reduciendo el ingrediente principal de las placas cerebrales vinculadas con problemas de memoria y trastornos cognitivos. El estudio ha sido ejecutado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis junto a la Universidad de Pennsylvania (EE.UU.).
Las investigaciones mostraron que el antidepresivo citalopram paraliza la expansividad de la proteína beta-amiloide, implicada en el crecimiento de las placas perjudiciales. Las pruebas llevadas a cabo en ratones con la dolencia, concluyeron una disminución de un 37% en esos niveles que aumentan en el cerebro de los afectados. Los científicos advierten que el consumo de estos antidepresivos no es fiable al 100%, por lo que sería precipitado su consumo.
En 2011, se realizaron pruebas de varios fármacos en roedores de laboratorio, alterados genéticamente para presentar la enfermedad. La producción de beta-amiloide decreció en un 25% tras 24 horas. Las pruebas con seres humanos demostraron que, una sola dosis de citalopram a voluntarios no deteriorados cognitivamente, percibieron un descenso del 37% en la producción de la proteína en cuestión.