Meriam Yehya Ibrahim, condenada a muerte por herejía se vio obligada a dar a luz a una niña en la prisión con las piernas encadenadas, informa el diario británico ‘The Independent‘, citando a su marido.
Meriam, permanece retenida junto con su otro hijo, de 20 meses de edad, acusada de herejía y de adulterio por haberse casado con un hombre cristiano, algo prohibido para las mujeres musulmanas, por lo que un tribunal sudanés la condenó a muerte y a recibir cien latigazos por los dos delitos.