Exactamente, quien ha llegado a esta conclusión es la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios, un organismo que depende del Ministerio de Fomento y que, este miércoles, ha filtrado que fueron la “velocidad inadecuada” y un “despiste” del maquinista por responder una llamada de teléfono los motivos finales del accidente de Angrois, sucedido el 24 julio del año pasado, en el que murieron 79 personas y más de 100 sufrieron heridas de distinta gravedad.
Este es el resumen de un informe de casi 300 páginas elaborado por dicha comisión, que parece tener poco de independiente, dado que depende del Gobierno. Ese informe incluye una memoria de cien páginas y documentos que ‘prueban’ las conclusiones a las que ha llegado.
Para ello, los miembros de la misma han analizado el material disponible, los registros de seguridad del tren y las declaraciones del maquinista, entre otras pruebas, y antes de mandarlo al Juzgado de Instrucción Número 3 de Santiago, que instruye la causa sobre el accidente.
Curiosamente, pese a este estudio tan detallado y documentado, el Gobierno- y el Partido Socialista- se han opuesto sistemáticamente a abrir una comisión de investigación en el Congreso, como han pedido las víctimas, hecho al que se suma que varios ex responsables de ADIF se hayan acogido a su derecho a no declarar ante el juez que instruye el sumario o a la cerrazón del ex ministro José Blanco a referirse, siquiera a este tema.