Alrededor de un centenar de personas desnudas- o casi desnudas- participaron este domingo en Bruselas en la décima edición de la carrera “Cyclonudista”, en defensa de la bicicleta como medio de transporte ecológico y de las medidas para proteger a los ciclistas.
La carrera, que recorrió las calles de la capital belga, es un acontecimiento festivo y reivindicativo, que quiere mentalizar a los ciudadanos y políticos de lo necesario que es defender la calidad de vida en las grandes ciudades.
Según los organizadores, la desnudez pretende simbolizar la libertad y a la vez demostrar la fragilidad de los ciclistas en las ciudades, donde el tráfico de los vehículos domina el espacio urbano.