La aviación israelí ha continuado durante toda esta noche su intensa ofensiva sobre la Franja de Gaza y ha bombardeado 160 objetivos que ha calificado de sedes de “organizaciones terroristas”, según un balance difundido este miércoles por la mañana por las Fuerzas de Defensa (IDF).
Sin embargo, informaciones independientes desmienten completamente esta versión. El propio gobierno israelí ha admitido que ha matado a 24 palestinos, pero mientras asegura que todos ellos eran milicianos de Hamas, la realidad- transmitida por diferentes medios informativos- es que 8 de esos muertos son niños de entre 10 meses y 15 años y 10 civiles adultos, a los que hay que sumar más de 200 heridos, prácticamente en su totalidad civiles, incluidas dos decenas de ancianos.
Desde el comienzo de la operación, en la madrugada del lunes al martes, el Ejército israelí ha alcanzado más de 500 objetivos en la Franja, mientras que 225 cohetes han sido disparados desde este enclave palestino hasta territorio israelí.
El primer ministro hebreo, el ultraconservador Netanyaju, pidió al Ejército que “se quite los guantes de seda”, además de abrir la puerta a una invasión terrestre de territorio palestino, para lo cual ha ordenado, además de un ataque masivo por mar y aire, la movilización de 40.000 reservistas que ya están disponibles para enfrentarse a un estado sin ejército de tierra, ni marina ni aviación.