En las primeras horas de este martes, los ataques del Ejército israelí han acabado con la vida de otros 10 palestinos. En las tres semanas de conflicto, 578 palestinos han muerto, la práctica totalidad civiles- entre ellos 154 niños con edades comprendidas entre los 6 meses y los 16 años, lo que significa que Israel ha matado a un niño cada 90 minutos– . También han sido asesinadas 58 mujeres y 28 ancianos, en tanto que entre los heridos hay 1.125 niños, 629 mujeres y 144 ancianos.
Las bajas del lado israelí también han aumentado y ya son 27 los soldados muertos, el triple que durante la operación Plomo Fundido que se llevó a cabo entre 2008 y 2009.
La violencia se ha extendido también a Cisjordania, donde un palestino que lanzaba piedras contra las tropas israelís murió abatido por disparos.
Por su parte, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha informado de que el número de palestinos que acoge en 60 centros propios en la Franja de Gaza ha aumentado en los últimos cuatro días en más del 400 %, hasta superar las 83.000 personas.
Mientras esta matanza se consuma la comunidad internacional no ha hecho nada…salvo el apoyo público de Obama – que recordemos tiene un Premio Nobel de la Paz- a las acciones israelíes, apoyo que parece no contar con el visto bueno de su secretario de Estado, que llega este martes a Israel para verse con el primer ministro Netanyahu y que este lunes. John Kerry, que en el colmo del cinismo secunda en público la posición de Obama, fue ‘pillado’ por una cámara mientras hablaba por teléfono con un asesor y le decía, “es una operación infernal…está aumentando significativamente. Tenemos que ir allí. Pienso que deberíamos ir esta noche. Es una locura quedarse sentado sin hacer algo”.