El procedimiento se basaría en someter las muestras de sangre a la luz ultravioleta, midiendo el grado de deterioro en las células blancas, denominadas leucocitos, lo que indicaría la posible presencia de la enfermedad en el individuo, según comunican los expertos de la Universidad de Bradford en Reino Unido.
La autora de la investigación, Diana Anderson, señala que encontraron diferencias entre “los voluntarios sanos, los pacientes sospechosos de tener cáncer y los pacientes con cáncer confirmado” señalando el experimento como una herramienta de diagnóstico. Los resultados concluyeron con 58 afectados, 56 personas precancerosas y 94 voluntarios sanos.
Con esta medida se descartarían pacientes que muestran algunos síntomas sin padecer el tumor, asimismo se sustituye por métodos invasivos y costosos, véanse las biopsias. En un principio, se han conseguido resultados de precisión en afectados con cáncer de colon, de pulmón y melanoma.