El juez Baltasar Garzón tendrá que comparecer, como imputado, ante el Tribunal Supremo el 15 de abril. Ese es el día en el que lo ha citado el juez Marchena para que explique el cobro de varias cantidades por dar, en 2005 y 2006, unos cursos en Nueva York organizados por el Banco de Santander. Marchena le acusa de prevaricación (dictar a sabiendas una resolución injusta) y cohecho (aceptación de un soborno) y para contrastar su declaración ha llamado también, pero como testigos a María Bernabé, que acompañó a Garzón en esos viajes, James Fernández, organizador de los mencionados cursos y Laura Turégano, responsable de los mismos.
Será la segunda vez que Garzón comparezca ante el alto tribunal: la primera fue el 9 de septiembre del año pasado, pero por otra causa, la que se inició tras una querella del sindicato Manos Limpias por desapariciones durante la dictadura de Franco. El magistrado tiene aún una tercera querella ,por la que también podría ser citado, y en la que se le acusa de haber autorizado la intervención de los teléfonos de varios acusados del caso Gürtel cuando los abogados de los mismos estaban en la cárcel.