La declaración ha sido ofrecida por el clérigo islámico egipcio, Usama al Qawsi, que ha emitido un mandato religioso exponiendo que los hombres puedan ocultarse y espiar a las mujeres en la ducha, siempre y cuando sus intenciones sean “puras” y tengan el cometido casarse con ellas, según informa el medio de comunicación Al Arabiya.
Ante los desconocidos, la mujer soltera en el Islam solamente puede mostrar su rostro y las manos, pero el clérigo declara que “si eres sincero y quieres casarte con ella, puedes esconderte y espiarla en secreto, ver las cosas que habitualmente no te deja ver antes del matrimonio”. Según Usama, el profeta Mahoma ya lo anunció en sus tiempos, “si puedes ver algo que te haga querer casarte con ella, hazlo“.
Sin embargo, parece que la iniciativa del hombre no fue secundada por los altos cargos, que le acabaron por tirar de las orejas. ¿Dónde está la gloria y la masculinidad al ver a una mujer en la ducha?… “¿Permitirías que se lo hiciesen a tu hija? Si estás de acuerdo, entonces no encajas en las sociedades conservadoras y civilizadas musulmanes y cristianas“, ha expresado el ministro de Religión de Egipto, Mohamad Mujtar.