Han recibido el alta médica, el médico Kent Brantly y la enfermera, Nancy Writebol, ambos de EE.UU, después de recibir un tratamiento experimental por estar contagiados por el virus del ébola en Liberia. El suero, denominado ZMapp, no había sido utilizado con anterioridad en humanos, medida pionera empleada en el Hospital Universitario de Emory de Atlanta (Georgia).
Ambos afectados abandonaron el área de aislamiento especializada del centro sanitario, después de no encontrase rastro del ébola en sangre. El director médico del Hospital de Atlanta, Bruce Ribner, declaraba que “los pacientes no suponen una amenaza médica para la salud pública“. El brote ha causado 1.350 muertes, según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El ébola extendido a Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria, ha contabilizado su primera víctima mortal en España con el religioso Miguel Pajares. El fallecido fue tratado con ZMapp a los pocos días de su traslado a Madrid, sin embargo murió el 12 de agosto.