Se llama Ellie Dixon y nunca podrá alzar la voz aunque se lo proponga. Con cuatro años, los enfados y rabietas serán percibidos por medio de susurros, igual que cualquier conversación. Al poco de nacer, la pequeña fue tratada de unos papilomas respiratorios, que de no tratarse a tiempo, le impedirían respirar, según informa el Daily Mail. La extraña enfermedad le permite hablar, eso sí, con un tono de voz más bajo de lo común.
La menor ha pasado por más de una veintena de operaciones quirúrgicas a causa de su garganta. La última intervención duró una hora y para curarse de las heridas deberá mantener una dieta a base de helado.
En escasas semanas comenzará a ir al colegio, será su primera vez. La madre se siente preocupada porque Ellie no consiga que sus compañeros la entiendan y no se adapte a la escuela, por ello solicita que el profesorado la ayude.
