La explosión que causó importantes desperfectos en el concello de Baralla (en Lugo), contaba con un artefacto conformado por una olla, que disponía de un mecanismo de retardo de relojería. La onda de expansión, que afectó a más de 40 metros, dañó tanto puertas como balcones de la institución.
Actualmente, las oficinas municipales se trasladan al centro social a 50 metros del concello, debido a los daños materiales causados por la explosión atribuida a Resistencia Galega, según declaraciones del delegado del Gobierno. Desde primera hora del jueves, se comenzó con el trasvase de material a las nuevas dependencias.
El alcalde, Manuel González, no ha concretado un plazo para el tiempo del traslado, exponiendo que “tras un primer cálculo, a lo mejor entre dos y tres meses“. Asimismo, ha señalado que está “pendiente” de las decisiones periciales para comenzar con las “primeras gestiones” por el suceso.