Mercadillo artesanal y trajes de época para regresar al siglo XIX y volver a echar a las tropas napoleónicas con pocos medios y muchas ganas. Esta tarde miles de vigueses se unieron a los 300 que participaban en la representación de la Reconquista de Vigo y que por primera vez cambiaron la Praza da Constitución por la recién humanizada Porta do Sol.
Tras el avance de las tropas por distintas calles del Casco Vello, los franceses bajaron por la rúa Triunfo, atravesaron la Praza da Igrexa y llegaron a Gamboa tras cruzar la calle Oliva. Allí los esperaban los milicianos con piedras y palos para echarlos de la que era su casa. Era la primera vez que un pueblo conseguía deshacerse de las tropas napoleónicas después de haber sido conquistados.
Una tarde espectacular, con sol y buen tiempo, para disfrutar en un par de horas de lo que en 1809 costó 58 días y medio centenar de muertos. Y que muchos vigueses se siguen tomando muy a pecho, ya que son pocos los voluntarios que se prestan a disfrazarse de invasores por los palos que suelen recibir.
Ahora habrá que esperar otro año para darle un nuevo tirón de orejas a los franceses.