A los 6 segundos del despegue, el cohete Antares, sin tripulación y con más de 2 toneladas de carga destinada a la Estación Espacial Internacional, explotó en las instalaciones de la NASA en la isla de Wallops, en Virginia. La empresa Orbital Sciences Corporation, firma constructora del cohete, expone que se trata de un “fallo catastráfico“, que no se ha saldado con víctimas personales.
El suceso tuvo lugar a las 23:22 horas del martes. El administrador de la Dirección de Exploración Humana y Operaciones, William Gerstenmaier, declaró que “Orbital ha demostrado capacidades extraordinarias en sus dos primeras misiones a la estación a principios de este año, y sabemos que pueden repetir ese éxito”. Ante la fallida maniobra de ayer, añade que “hay que aprender de cada éxito y cada fracaso”.
Desde la NASA, aclaran que la tripulación no debe preocuparse por quedarse sin provisiones de alimentación o productos necesarios para la supervivencia. Horas más tarde, desde Rusia lanzaron con éxito el cohete Progress M-25M, cargado con más de 2,5 toneladas, según comunicó la agencia espacial. El lanzamiento ocurrió desde Baikonur, en Kazajistán.