El país luso ha registrado en los últimos días, un brote de la legionella que lleva 4 muertes, y los ingresados ascienden a 180 personas. Del conjunto, más de una veintena se están tratando en la UCI. En esta jornada han fallecido, un varón de 66 años y una mujer de 81, ciudadanos considerados de riesgo al superar los 50 años.
En el país vecino se desconoce el foco del brote bacteriano, una enfermedad que perjudica en especial a los fumadores, y en mayor proporción a los hombres que al género femenino. La principal fuente de contagio se basa en el sistema de aguas, la bacteria que vive en aguas estancadas, puede residir en grifos, duchas o aparatos de aire acondicionado.
Sus síntomas, entre otros, infección en los pulmones o neumonía con fiebre alta, que podría confundirse con una gripe. El brote tiene un tiempo de incubación de hasta 10 días. Al tratarse en los periodos iniciales, las probabilidades de muerte son menores del 6%.
